Las casas son acumuladores de energías densas. Esas energías provienen de las personas que un día habitaron o que habitan ese lugar y que impregnan todo  con sus propias energías o las que traen del exterior. Lo mismo pasa con los objetos que hay en las viviendas.

Muchas veces esas energías obstaculizan las ventas o el alquiler de una vivienda.

Otras de las cosas habituales que sucede cuando hay energías negativas en el hogar, es que las personas se sienten enfadadas y hay muchas disputas o problemas en la convivencia con los demás miembros de la familia. También se sienten con un gran agotamiento justo cuando llegan a su hogar. No son capaces de acabar tareas o realizar mejoras en las habitaciones…

Si tienes un negocio con energías densas ocurre que las ventas bajan, se obstaculizan los acuerdos o tratos. Hay conflictos con empleados o socios de forma inexplicable .

Si gozan de un terreno natural, los árboles y la vegetación comienzan a enfermar con pestes o con plagas. Los pájaros y otros animales silvestres desaparecen del paraje o también aparecen enfermos.

Por todo esto es importante hacer limpiezas y armonizaciones en el hogar y curaciones a la naturaleza.